Sección Femenina

Desde 1939 hasta 1975 España permaneció bajo la dictadura de Francisco Franco. Este período, conocido como franquismo, estuvo caracterizado por la defensa de unos valores cercanos a la Iglesia y muy conservadores. En lo que a la mujer respectaba, el modelo ideal de mujer y el cual todas ellas debían cumplir se centraba en cuidar la casa, atender a los hijos y sobre todo estar al servicio de sus maridos. Estos valores de mujer sumisa y atenta se trataban de inculcar desde la niñez, para así prepararlas para lo que sería el centro de sus futuras vidas: el matrimonio.

El franquismo necesitaba asegurarse del cumplimiento de la conducta nacional-católica en la que se basaba, y para ello contó con dos instituciones. Por un lado la Iglesia y por otro la Sección Femenina, cuya labor se centraba en extender esa idea de modelo de mujer de la que antes hemos hablado.

Pese a que la Sección Femenina había sido creada ya el 12 de julio de 1934, fue a partir de 1939 cuando adquirió un gran peso en la sociedad. Esta, era la rama femenina de la Falange, el único partido de la dictadura fundado por José Antonio Primo de Rivera. Precisamente, fue su hermana Pilar Primo de Rivera quien dirigió la Sección Femenina durante todo el franquismo.

Esta rama jugó un papel muy importante en la sociedad del momento, puesto que su objetivo era formar a las mujeres para que fueran los cimientos de una futura sociedad nacionalcatólica sin opiniones contrarias. Estas mujeres eran las responsables de la educación de sus hijos, y eso las hacía esenciales para transmitir dichos valores y conseguir una sociedad homogénea que simpatizase con los valores de la dictadura.

A la hora de expandir sus valores, la Sección Femenina contó con numerosos medios. Controlaba prácticamente toda la educación femenina: a través de las maestras o bien con las propias materias que se impartían, como pueden ser Enseñanzas del Hogar (donde aprendían a coser, planchar…) o Formación del Espíritu Nacional. Los contenidos que se impartían dentro de esta última materia tenían que ver con cómo se debía vestir, cómo debían comportarse, el rechazo hacia las mujeres que se salían de esos códigos y con ideas como la siguiente: "La primera idea de Dios fue el hombre. Pensó en la mujer después, como un complemento necesario, esto es, como algo útil" (frase textual de uno de sus libros de texto).

También llevaba a cabo el Servicio Social de la Mujer, denominado como "Labores propias de nuestro sexo" y que consistía en hacer voluntariados en hospitales y comedores infantiles. Fue un servicio obligatorio para todas las mujeres solteras que quisieran trabajar, estudiar o sacarse el carné de conducir.

Para llegar a todos los puntos del país, realizaron diversas actividades. Llevaron a cabo una serie de campamentos en los que las jóvenes pasaban alrededor de dos semanas viviendo en un albergue y aprendiendo esa conducta que se buscaba implantar. Mi abuela, Isabel Mendéz Martínez, nació en Vigo el año que empezó la Guerra Civil (1936) y cuando terminó bachillerato y antes de empezar la carrera de magisterio, fue a uno de estos campamentos organizados por la Sección Femenina. Ella cuenta que más que nada, hacían actividades relacionadas con el ocio y los deportes.

A continuación, algunas de las fotos que ella guarda:

Como podemos observar en las imágenes, llevaban unos uniformes mientras iban a pasear o a hacer otras cosas, formados por una falda y una blusa y unos pantalones por debajo de las rodillas para hacer deporte. Sin embargo, podemos ver también alguna foto en la que están con un balón y una falda, esto puede ser porque en algún momento también usasen la falda para hacer deporte. En la quinta y en la última foto, podemos ver por detrás un edificio, que se trata del albergue donde dormían.

Finalmente, en cuanto al recuerdo que tiene mi abuela sobre este período es que fue un campamento en el que estaba con sus amigas y hacían juegos. Es decir, puede ser que desde la perspectiva de ese momento, las mujeres que iban a estos campamentos no tuviesen la sensación de que las estaban adoctrinando.

Nuria García Medina, 2º Bach A